jueves, 14 de junio de 2012

PENSANDO EN NUESTRO FIN DE CURSO



Para nuestro fin de curso los niños y niñas de las dos clases de cinco años, nos estamos aprendiendo un fragmento de la poesía de “A Margarita Debayle” de Rubén Darío. Llevamos semanas aprendiéndola. Y ahora las familias tienen que ayudar a estudiarla en casa. Dejamos aquí la poesía para que se la aprendan en casa.

Un besito Gertrudis.

A Margarita Debayle

Margarita está linda la mar

y el viento

lleva esencia sutil de azahar;

yo siento

en el alma una alondra cantar;

tu acento:

Margarita, te voy a contar

un cuento:

Esto era un rey que tenía

un palacio de diamantes,

una tienda hecha de día

y un rebaño de elefantes,

un kiosco de malaquita,

un gran manto de tisú,

y una gentil princesita,

tan bonita,

Margarita,

tan bonita, como tú.

Una tarde, la princesa

vio una estrella aparecer;

la princesa era traviesa

y la quiso ir a coger.

La quería para hacerla

decorar un prendedor,

con un verso y una perla

y una pluma y una flor.

Las princesas primorosas

se parecen mucho a ti:

cortan lirios, cortan rosas,

cortan astros. Son así.

Pues se fue la niña bella,

bajo el cielo y sobre el mar,

a cortar la blanca estrella

que la hacía suspirar.

Margarita, está linda la mar,

y el viento

lleva esencia sutil de azahar:

tu aliento.

Ya que lejos de mí vas a estar,

guarda, niña, un gentil pensamiento

al que un día te quiso contar

un cuento.

Rubén Darío













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