En la historia, existieron grandes caballeros. Cada país
tiene su caballero especial que recuerda, y se estudia en la escuelas. Nosotros
en clase, ya hemos estudiado dos grandes historias, cargadas de momentos
mágicos y emocionantes.
Pero antes de resumir las historias que hemos aprendido, tenemos que contar que los caballeros tenían tres caballos, cada uno de ellos, lo utilizaban para distintas tareas. Uno servía para la lucha, la batalla, les ponían una armadura, para protegerlo en el cuerpo a cuerpo con los adversarios. Otro para viajar rápidamente de una localidad a otra, y dar importantes mensajes. Y por último, uno para llevar la carga. Los caballeros, querían tanto a sus caballos que les ponían unos nombres que imponían carácter y fuerza, como la del guerrero más valiente. También bautizaban a sus espadas, después de todo ellas le ayudarían a ganar en el campo de batalla y evitar que pudieran morir en ella.
La profe llevo el otro día un libro muy chulo, era un cuento con troquelados. Cuando lo abrían, se veía un precioso castillo y todas sus salas. Era el castillo del Rey Arturo y los caballeros da mesa redonda. Leyendo aquel cuento, descubrieron al gran Mago Merlín, al rey Arturo y su espada escalibur, la reina Ginebra, y el caballero Lanzarote. Como Arturo llego a ser rey, su famosa espada Escalibur fue arrancada de una roca. Arturo cuando llego a ser rey, decidió cambiar aquellas mesas rectangulares por mesas circulares. De este modo ningún caballero era más importante que otro, ninguno se sentaba a la cabecera de la mesa. Aunque no se sabe muy bien, si la figura de Arturo es histórica o una leyenda.
Pero antes de resumir las historias que hemos aprendido, tenemos que contar que los caballeros tenían tres caballos, cada uno de ellos, lo utilizaban para distintas tareas. Uno servía para la lucha, la batalla, les ponían una armadura, para protegerlo en el cuerpo a cuerpo con los adversarios. Otro para viajar rápidamente de una localidad a otra, y dar importantes mensajes. Y por último, uno para llevar la carga. Los caballeros, querían tanto a sus caballos que les ponían unos nombres que imponían carácter y fuerza, como la del guerrero más valiente. También bautizaban a sus espadas, después de todo ellas le ayudarían a ganar en el campo de batalla y evitar que pudieran morir en ella.
La profe llevo el otro día un libro muy chulo, era un cuento con troquelados. Cuando lo abrían, se veía un precioso castillo y todas sus salas. Era el castillo del Rey Arturo y los caballeros da mesa redonda. Leyendo aquel cuento, descubrieron al gran Mago Merlín, al rey Arturo y su espada escalibur, la reina Ginebra, y el caballero Lanzarote. Como Arturo llego a ser rey, su famosa espada Escalibur fue arrancada de una roca. Arturo cuando llego a ser rey, decidió cambiar aquellas mesas rectangulares por mesas circulares. De este modo ningún caballero era más importante que otro, ninguno se sentaba a la cabecera de la mesa. Aunque no se sabe muy bien, si la figura de Arturo es histórica o una leyenda.
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