Hoy una mami me ha felicitado a la salida de clase." Felicidades Virginia, feliz día del maestro." Y mientras la respondía con un gracias y un beso, no he podido evitar sonreír. Y es que hoy 27 de noviembre José de Calasanz, celebramos en España el " Día del Maestro".
Siempre he deseado ser maestra. Maestra escuela. Y lejos de ser una expresión cargada de calificativos antiguos y obsoletos, encierra una increíble relación de cambios e innovaciones. La sociedad se renueva a diario y nos obliga hacerlo a nosotros.
Y en un momento he recordado todo aquello que me hizo ser maestra escuela, y por todo lo que sigo siéndolo. Soy maestra porque siempre he soñado con un mundo mejor, donde la educación es el motor capaz de lograr todas las mejoras . Y es en mi aula, donde día a día puedo ayudar a construir los ladrillos para renovarlo y hacerlo más positivo. Soy maestra porque cada día aprendo más de lo que enseño.
Ser maestro no es tampoco algo fácil, a veces hay situaciones duras e injustas donde sientes el desaliento y la soledad, luchando contra elementos que no colaboran en la educación de los niños. Al contrario, a veces parecen perjudicarla. Pero es entonces cuando recuerdo con más fuerza muchos más motivos, por los que soy maestra. Y soy maestra, al crear la duda en mis alumnos, romper su zona de confort cognitivo, provocarles pensar por sí mismos y facilitar avance.
Soy maestra cuando vuelvo a sonreír al ayudarles aprender a leer o guio unas manitas con sus letras. Soy maestra cuando dudan en sus ensayos matemáticos, apenas pueden distinguir los números y acabamos resolviendo juntos los pequeños problemas matemáticos.
Soy maestra al pintar y recordar que Leonardo Da Vinci también empezó en algún momento de su vida como lo hacen los niños en la escuela. Y soy maestra al redescubrir con ellos el arte, la música, la danza…. Y no olvidar que las mentes creativas, son las que cambian el mundo y nos ayudan a avanzar.
Soy maestra cuando un pequeño conflicto termina uniendo mucho más, son capaces de entender que lo que nos diferencia a
unos de otros, es justo lo que más nos hace grupo y nos enriquece.
Soy maestra, cuando aprenden a ser responsables con el entorno que nos rodean y recuerdan que este pequeño planeta nos pertenece sólo de modo provisional y debemos dejarlo mejor que como lo encontramos.
Soy maestra cuando mis alumnos vencen sus dificultades de
aprendizaje, y un sencillo avance es una meta casi imposible. Soy maestra al
reflejarme en sus miradas ante sus pequeños triunfos y tenerse que volver a
levantar tras una derrota o un fracaso. Y entonces con mayor fuerza, vuelvo a
ser maestra al mostrarles que el fracaso o la derrota solo vence cuando no se
intenta de nuevo. Y al hacerlo, ganamos una pequeña batalla.
Soy maestra, cuando aprenden a ser responsables con el entorno que nos rodean y recuerdan que este pequeño planeta nos pertenece sólo de modo provisional y debemos dejarlo mejor que como lo encontramos.
Son tantos los motivos, por los que soy maestra que no acabaría nunca de escribirlos. Pero sobretodo soy maestra cuando unos ojos infantiles brillan al mirarme, sonríen de satisfacción y vamos juntos en el camino.
Y soy maestra especialmente porque disfruto con mi
profesión.
Un beso enorme a todos mis compis, gracias por ser
especiales y no caer en el desanimo.
Un beso Virginia.
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